Hace muchos años que me dedico a la formación y ya son unos cuantos cursos y talleres los que llevo sobre la espalda.
Según mi experiencia, en cada convocatoria en la que el tiempo se puede mostrar un poquito variable, tengo la misma consulta: ¿qué haremos si llueve?
La estadística está de mi parte, en 15 años y decenas de cursos solo he cancelado por lluvia en un par de ocasiones, es más, los días que parecían imposibles han resultado ofrecer unas posibilidades fotográficas inesperadas y sorprendentes.
Si pregunto a la gente que está empezando si prefiere un día de sol o uno nublado, muy probablemente se decidirá por el soleado, preferimos la comodidad y el poder obtener una imagen típica.
Lo veo una y otra vez, si el cielo se cierra bajamos el ritmo, incluso veo como ciertos alumnos se quedan parados sin saber qué hacer.
La última vez que lo he visto ha sido en mi reciente viaje a Nueva York. El cielo se encapota, la niebla y las nubes densas y grises cubren la ciudad. Navegamos en el ferry de Staten Island alejándonos de Manhattan y la estampa no puede ser más dramática. En cambio, no todos mis acompañantes comparten mi ilusión, parecen incluso decepcionados por no tener la típica imagen del skyline neoyorkino. Intento animarles, pero el gris se apodera de la atmósfera.
A la mañana siguiente amanecemos inmersos en una densa niebla, un alumno insiste en madrugar para ir a ver el puente de Brooklyn, pero hay mucha niebla y solo un par más se animan. Al llegar a la localización nos encontramos una estampa fuera de lo común, fantástica, como del pasado, tenemos delante de nosotros algo distinto, inesperado y diferente.
Pero nos atrae lo común, lo esperado, incluso copiamos y repetimos modas que surgen en Instagram y es que lo típico y tópico pega fuerte en nuestro subconsciente.
Imagina que cada vez que viajas a un lugar tienes la misma estampa, repites cada año y cada vez lo mismo, por una parte te da cierta tranquilidad y comodidad, pero si siempre ocurriera lo esperado, sería aburrido.
¡La vida te da mil sorpresas, así que cuando las tengas delante, tira una foto!
Joan Vendrell